TERROR EN EL METRO

Hola, bueno por fin... mi historia del metro

Bueno, el otro día estaba saliendo del ayuntamiento donde había ido como por 3ª vez a registrarme y por supuesto no lo conseguí, no sé si esta vez fue porque había huelga o porque me olvide los papeles y se me pinchó para colmo la rueda de la bici o por otra de esas maravillosas razones. Al final lo consegui a la quinta vez, por cierto.

El caso es que fui al metro derrotado. Tenía que coger una línea y conectar con la otra que pasa cerca de mi casa, pero por alguna razón, creí cuando me senté que ya estaba en mi línea y me puse a leer tranquilo hasta que de repente observo atónito que toda la gente se baja del tren (bueno,de eso no me di cuenta) y al rato alguien golpea la ventana (el revisor o algo así) que está detrás de mi y grita Steigen!, que debe ser algo así como : bájate capullo que esta es la última parada.

Entonces me levanto sobresaltado. No había oido mi parada (lógico, porque estaba en otra línea) y no sabía donde estaba. Entonces me bajo del metro con mis cosas (entonces me doy cuenta de que todo el mundo se ha bajado) y completamente desconcertado me pongo a mirar para todos lados sin saber donde estoy. Entonces me doy cuenta de que me he dejado un maletin de plástico recién comprado en el interior y entro corriendo para cogerlo (todo esto completamente desituado). Cojo el maletín y se cierra la puerta antes de que me de tiempo a salir. Fuera veo el rostro de la gente sonriente (una mezcla de pobre niño y que niño más tonto).

El tren comienza a caminar y las personas que me miran desde el exterior se desplazan hacia la derecha. Luego me adentro en la oscuridad completamente sólo en el interior del vagón. Pasan como 2 o 3 minutos y el tren se para. Estoy sólo, completamente a oscuras en un vagón vacío y empiezo a mirar a las alarmas estas de incendio con la intención de tirar del ganchito. Veo que la puerta tiene el botoncito verde, después de un momento de duda y lo aprieto. Fuera, la oscuridad del tunel y una pasarela de madera hacia la que salgo y empiezo a gritar: Entschuldigung!, Entschuldigung! como un estúpido.

Entonces, para mi tranquilidad veo que el conductor del tren, un señor gordo y con mostacho, sale de la cabina de conducción y me empieza a gritar algo. Supongo que es que me suba al tren. Me subo y luego alcabo de un rato pasa por mi puerta y le intento decir que me había olvidado la maleta. Me dice que me siente, más bien con la expresión de que niño más tonto.

Luego me siento y al rato el tren arranca, emprende la dirección contrario y puedo pararme a mirar el mapa y comprender lo que ha pasado. Poco más que contar. Ya no tengo mucha sensación de verguenza porque ya estoy acostumbrado a mis estupideces.

Espero que les haya gustado y hasta la próxima entrega. Perdón por las faltas de ortografía que seguro que encuentran. Besos