Hola de nuevo y perdonen la tardanza, pero es que no he parado desde que estoy aquí de nuevo. Ahora estoy en un curso intensivo todas las mañanas cuatro horas y tengo que organizar el resto del día entre tesis y/o pintura.
Ahora quiero contarles una historia curiosa que me ocurrió en el vuelo de vuelta. Para algunos no será una novedad.
El caso es que del sábado pal domingo por la mañana tomé 2 aviones. El primero fue muy bien. Un vuelo de Spanair muuuuuuy cómodo. No había casi gente. No entiendo por qué.
Junto antes de subir al segundo de los vuelos me empecé a sentir FATAL del estómago. Me dolía un montón y hasta me temblaban las piernas. Entonces, desde que subí al avión tiré la maleta sobre un asiento y fui directamente al baño. Kann ich den Toilette benutzen bitte? /Aber natürlich/ Danke.
El caso es que estaba yo en el baño, por decirlo de un modo suave: cagandome las patas pa bajo; y preocupado de que saliera el avion conmigo allí dentro y se oye un mensaje por megafonía tras unos minutos:
POR FAVOR, SE HA ENCONTRADO UNA MALETA DE MARCA GABOL, BASTANTE PESADA, ABANDONADA EN UN ASIENTO DEL AVIÓN.
SI PERTENECE A ALGÚN PASAJERO, QUE SE PONGA INMEDIATAMENTE EN CONTACTO CON LA TRIPULACIÓN
(lo dijeron como tres veces) y yo, con todos las dificultades adjuntas, salí del baño urgentemente y a la primera azafata que encontré le dije: ES MÍA!!!, LA MALETA ES MÍA. Todo el mundo alrededor comenzó a reir relajadamente tras la amenaza de bomba; mientras me devolvían la maleta que justo en ese momento estaban retirando del avión.
El resto del viaje fue muy divertido. Con más visitas al baño y un antiácido que por fin me permitió encontrarme más o menos bien.
Espero que les haya gustado y poder publicar comentarios de un modo más frecuente.
MUCHOS BESOS
Pues adivinen que estaban poniendo el viernes por la noche en una pantalla gigante al lado de la puerta de Brandenburgo (dirigido en especial a Irene Javi y Yoli). Lo sé, el video está trocido, pero no puedo enderezarlo.
