
Aquí vuelven en manadas inmensas de ver el partido. Todos metidos a presión en el metro.

Aquí muestran su civismo, ese que tienen en ocasiones especiales cuando les da por beber como bestias y subirse a las farolas y los quioscos y mear dentro de botellas. Se les va un poco la bola.

Por cierto, nunca más voy a un sitio donde vayan posiblemente muchos alemanes borrachos. Lo pasé muuuy mal. Es la peor cara que he visto de ellos hasta ahora. Sin embargo, luego en la final nadie me dijo nada ni se metió conmigo (y eso que estuve viendo el partido en evidente minoría) y en la radio estuvieron los dos días siguientes y anteriores hablando de lo bien que juega España y poniendo hasta la retrasmisión española del gol de Torres (o es lo que yo saqué del 14% que entiendo de lo que dicen)
besos!
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